El puente colgante de San Juan de Lurigancho, el más alto de Lima
El puente colgante de San Juan de Lurigancho es el más alto de Lima y ha causado gran sensación en las redes sociales en los últimos días. La construcción del puente colgante en esta zona no solo ha generado interés por su impresionante altura y longitud, sino también por su contribución a la conservación del medio ambiente en una zona amenazada por la urbanización desordenada.
La construcción de la infraestructura del puente colgante de San Juan de Lurigancho ha sido llevada a cabo por la empresa Eco Projects Perú, que cuenta con la certificación y la calificación necesarias para realizar este tipo de instalaciones.
¿Dónde se encuentra ubicado?
El puente colgante de San Juan de Lurigancho se encuentra ubicado en Las Lomas El Mirador, ubicado en los distritos de San Juan de Lurigancho, Rímac e Independencia, es una amplia zona de alrededor de 250 hectáreas que alberga un ecosistema en peligro debido al crecimiento desordenado de la población y el tráfico de tierras.
Además de ser el lugar donde se ha construido el puente colgante más alto de Lima, Las Lomas El Mirador es un espacio natural que se está promoviendo para su conservación y protección a través de iniciativas turísticas y otros esfuerzos de conservación ambiental.
Para llegar al Puente colgante de San Juan de Lurigancho, primero debes tomar la Línea 1 del Metro de Lima y bajarte en la estación Los Postes. Desde allí, puedes caminar en dirección a la asociación de motociclistas conocida como Los Selectos, donde podrás abordar un vehículo que te lleve hacia Las Lomas El Mirador.
Es importante tener en cuenta que este vehículo probablemente será una motocicleta o una combi, que son comunes en la zona.
Una vez que llegues a Las Lomas El Mirador, podrás subir al Puente colgante caminando durante aproximadamente 20 a 25 minutos por un conjunto de escaleras decoradas. A lo largo del camino, podrás disfrutar de vistas panorámicas del paisaje y de la naturaleza de la zona.
¿Cómo prepararme para disfrutar del puente colgante de San Juan de Lurigancho?
Cruzar el puente colgante de San Juan de Lurigancho se puede considerar un deporte extremo o no, y cómo la respuesta puede ser subjetiva y dependerá de quién y cómo lo haga. A menudo, se percibe a la escalada como un deporte extremo debido al riesgo que implica, aunque esto puede ser minimizado con medidas de seguridad adecuadas.
En este caso, no se trata de una escalada, sino de un cruce controlado. Es por esto por lo que las instalaciones tienen medidas y protocolos para reducir el riesgo asociado con la actividad. Por lo tanto, cruzar el puente colgante de San Juan de Lurigancho se puede considerar más como una actividad de "aventura" o "fitness" en lugar de un deporte extremo.
Es importante tener en cuenta que el acceso al Puente colgante puede requerir un esfuerzo físico significativo, ya que el camino puede ser empinado y las escaleras pueden ser agotadoras. Por lo tanto, se recomienda llevar ropa y calzado adecuados para la caminata y llevar suficiente agua para hidratarse durante el recorrido.
El proceso de completar el recorrido puede ser un viaje emocional en sí mismo, por el hecho de que requiere reducir el nivel de nervios y que descubras la mejor manera de completar el cruce. Además, se adapté a los movimientos y técnicas requeridas para superar los obstáculos en el camino.
A menudo, los turistas tienen que enfrentarse a movimientos o secuencias específicas que pueden resultar difíciles o imposibles de realizar al principio, lo que les obliga a aprender nuevas habilidades y perfeccionar sus técnicas para poder completar la ruta con éxito.
Aporte económico, ambiental y turístico
El puente colgante de San Juan de Lurigancho, el más alto de Lima, no solo es un desafío de ingeniería, sino de economía social. Se estima que cada año el puente reciba al alrededor de 30,000 personas que buscan una aventura diferente.
Esto se traduce en un mayor ingreso para la conservación de la zona a nivel económico. Asimismo, que genera empleos tanto directos para los empleados de las instalaciones e indirectos para todos aquellos que se encuentran a los alrededores ofreciendo sus propios productos. Adicionalmente, se incentiva el tránsito de vehículos particulares, privados y públicos, así como todas las posibles ganancias que esto deriva.
Desde luego, se crea una mayor conciencia ambiental al encontrarse en una de las zonas con mayor riesgo de amenaza. Y tú, ¿ya visitaste el puente colgante de San Juan de Lurigancho, el más alto de Lima?